POSICIONAMIENTO POLÍTICO DE MUJERES LGTBIQ+ DE ANDALUCÍA  

Enfoque

El análisis de la relación entre los diversos posicionamientos políticos y su impacto en la adquisición y conservación de los derechos y libertades fundamentales del colectivo LGTBIQ+, en particular desde la experiencia de las mujeres en España, ha estado marcado por numerosos obstáculos. La evolución de estos derechos no ha sido lineal, pues ha oscilado entre avances y retrocesos, especialmente en contextos políticos adversos. El resurgimiento de movimientos políticos con ideas reaccionarias, presentes durante las cuatro décadas de la dictadura franquista, ha influido en la perpetuación de delitos de odio hacia el colectivo LGTBIQ+, incluso en tiempos democráticos. Para las personas mayores, esto ha reavivado experiencias de inseguridad e incertidumbre.

El análisis de esta realidad desde la doble perspectiva de edad y género-sexualidad revela cómo la heteronormatividad, arraigada en las normas socioculturales, ha sido una barrera para la aceptación de otras formas de ser y expresarse. Esta imposición de una “pseudonormatividad” ha dejado en los márgenes a quienes transgreden estas convenciones, relegando a la ”otredad” a un espacio de invisibilidad o rechazo social.

A través de una metodología cualitativa y explicativa, se llevaron a cabo entrevistas en profundidad a 40 mujeres andaluzas de entre 40 y 70 años pertenecientes al colectivo LGTBIQ+. Los resultados muestran una preocupación generalizada por el avance de partidos de ultraderecha, cuyas agendas políticas discriminatorias han tenido un impacto directo en sus vidas. Se critica además la complicidad de partidos que se presentan como moderados, pero que se alían con estas posiciones radicalizadas. Las instituciones religiosas conservadoras, especialmente la Iglesia Católica, también son señaladas como actores que perpetúan la discriminación hacia el colectivo.

Los hallazgos coinciden con estudios y datos de observatorios nacionales y autonómicos contra la LGTBIQfobia. Si bien se reconoce la importancia de los avances legislativos impulsados por partidos de izquierda, existe insatisfacción con la falta de medidas punitivas que puedan disuadir las expresiones de odio, tales como la violencia física, psicológica, sexual, el acoso escolar y laboral, la violencia callejera y simbólica.

La mayoría de las mujeres entrevistadas han experimentado violencia psicológica tras hacer pública su diversidad afectivo-sexual, sobre todo en entornos familiares y vecinales, con menor incidencia en amistades. También se reportan casos de violencia física y abusos sexuales como mecanismos de control hacia sus identidades de género u orientación sexual. Aquellas que han optado por ocultar su identidad lo han hecho para evitar las repercusiones en los ámbitos familiar, laboral y socioeconómico, aunque son conscientes de que la invisibilidad conlleva la negación de su existencia tanto a nivel individual como colectivo. Un número significativo de ellas asocia visibilización con acoso laboral, reconociendo estas dinámicas en sus propios entornos o en los de otras personas.

Finalmente, se subraya la necesidad de impulsar campañas de información, sensibilización y concienciación, así como la importancia de proteger a personas trans y otras minorías dentro del colectivo, quienes también pueden sufrir discriminación dentro de este.